Muro de Berlín, cercado fortificado que rodeaba Berlín Occidental, mantenido por la República Democrática de Alemania (RDA) desde su construcción en 1961 hasta su apertura y posterior desmantelamiento en 1989.
Desde que en 1949 se estableciera la RDA hasta mediados de 1961, al menos 2,7 millones de personas abandonaron el país. La mayor parte de las huídas se producía a través de Berlín Occidental, uno de los dos sectores en que quedó dividida la ciudad de Berlín a raíz de la derrota alemana en la II Guerra Mundial y que estaba completamente rodeado por la RDA pero ocupado por fuerzas británicas, francesas y estadounidenses. Los ciudadanos de Berlín Oriental pasaban a Berlín Occidental para, desde allí, llegar a la otra Alemania resultante de la división posbélica, la República Federal de Alemania.
Durante la noche del 13 de agosto de 1961, los soldados de la RDA y los miembros de su milicia, los Kampfgruppen (grupos de combate), construyeron fortificaciones temporales, que fueron rápidamente sustituidas por un muro de hormigón de 47 km de longitud y 4 m de altura alrededor del Berlín Occidental, y tapiaron varios edificios, manteniendo solo dos puntos de paso muy custodiados entre las dos zonas de la ciudad. Aunque el régimen presidido por Walter Ulbricht anunció que era una medida antifascista tomada para evitar una invasión por parte de la República Federal de Alemania, colocando en el lado oriental minas antitanque y construyéndose zanjas que rodeaban todo el Muro, lo cierto era que se había construido para mantener aislados a los ciudadanos de la RDA mediante la tajante separación de Berlín Occidental de Berlín Oriental al impedir la libre circulación en ambas direcciones.
Se estima que, entre 1961 y 1989, al menos 70 personas murieron al intentar cruzar el límite, si bien algunos estudios creen que la cifra de fallecidos por este motivo superó el centenar. En diciembre de ese año 1989, cayó el régimen de la RDA, pero ya antes, el 9 de noviembre, comenzó la demolición del Muro, efectuada tanto por personal oficial como por ciudadanos entusiastas pocas horas después de que las autoridades del agonizante Estado permitieran la apertura de sus puntos de paso. Miles de alemanes orientales entraron en la vecina República Federal de Alemania, cuyo gobierno, presidido por el canciller Helmut Kohl, ayudó a los nuevos inmigrantes.
Desde que en 1949 se estableciera la RDA hasta mediados de 1961, al menos 2,7 millones de personas abandonaron el país. La mayor parte de las huídas se producía a través de Berlín Occidental, uno de los dos sectores en que quedó dividida la ciudad de Berlín a raíz de la derrota alemana en la II Guerra Mundial y que estaba completamente rodeado por la RDA pero ocupado por fuerzas británicas, francesas y estadounidenses. Los ciudadanos de Berlín Oriental pasaban a Berlín Occidental para, desde allí, llegar a la otra Alemania resultante de la división posbélica, la República Federal de Alemania.
Durante la noche del 13 de agosto de 1961, los soldados de la RDA y los miembros de su milicia, los Kampfgruppen (grupos de combate), construyeron fortificaciones temporales, que fueron rápidamente sustituidas por un muro de hormigón de 47 km de longitud y 4 m de altura alrededor del Berlín Occidental, y tapiaron varios edificios, manteniendo solo dos puntos de paso muy custodiados entre las dos zonas de la ciudad. Aunque el régimen presidido por Walter Ulbricht anunció que era una medida antifascista tomada para evitar una invasión por parte de la República Federal de Alemania, colocando en el lado oriental minas antitanque y construyéndose zanjas que rodeaban todo el Muro, lo cierto era que se había construido para mantener aislados a los ciudadanos de la RDA mediante la tajante separación de Berlín Occidental de Berlín Oriental al impedir la libre circulación en ambas direcciones.
Se estima que, entre 1961 y 1989, al menos 70 personas murieron al intentar cruzar el límite, si bien algunos estudios creen que la cifra de fallecidos por este motivo superó el centenar. En diciembre de ese año 1989, cayó el régimen de la RDA, pero ya antes, el 9 de noviembre, comenzó la demolición del Muro, efectuada tanto por personal oficial como por ciudadanos entusiastas pocas horas después de que las autoridades del agonizante Estado permitieran la apertura de sus puntos de paso. Miles de alemanes orientales entraron en la vecina República Federal de Alemania, cuyo gobierno, presidido por el canciller Helmut Kohl, ayudó a los nuevos inmigrantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario